lunes, 27 de febrero de 2012

La Comunicación como Fuente de Ventas.


En la Grecia clásica, las decisiones políticas se tomaban en la asamblea, integrada por la ciudadanía que se reunía para debatir temas muy puntuales. La influencia ejercida en las personas dependía sobre todo en la capacidad de convicción de los ponentes, quienes con su palabra hablada y dominio de los gestos lograban arrancar los votos necesarios para lo que pensaban era mejor para la sociedad.
Winston Chruchill, uno de los mejores políticos de la historia contemporánea, solía repetir que cuando tenía que dirigir un discurso de dos horas, empleaba diez minutos en su preparación, pero para un discurso de diez minutos, se tomaba dos horas. Sus palabras, solo demuestran la necesidad de saber que decir y sobre todo como hacerlo para hacer que el mensaje cale en quienes escuchen.
Más allá de la política, la palabra comienza a recuperar terreno perdido especialmente en el mundo empresarial moderno y en las ventas, inclusive, siendo la comunicación, inseparable de la actividad productiva.
Una encuesta realizada en Estados Unidos, que trataba de investigar sobre las diez cosas que más temor le producen a la gente, produjo un resultado sorprendente: el primero lugar de la lista fue hablar en público.
Bajo el escudo psicológico de la timidez, hay vendedores que no se sienten seguros al hablar ante terceras personas: “Sus Clientes”.
La comunicación se basa en la palabra, escrita u oral. El saber hablar bien, forma parte de ese amplio repertorio de habilidades de un buen vendedor, entre las que figuran también, además de la capacidad en el oficio, liderazgo, autoestima, relaciones interpersonales y creatividad.
Para evitar cualquier debilidad y convertir la comunicación en una fortaleza, es importante clarificar que la abundancia de información, particularmente la que se deja por escrito a un cliente, no necesariamente conduce a la eficiencia plena en el proceso de transmitir algo a otro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario