martes, 7 de agosto de 2012

“Cambio de los Defectos sin Traumas”


Un nombre tan largo y enrevesado como “Programación Neurolingüística (PNL) lo menos que hace suponer es que puede ayudar a cambiar los paradigmas individuales, para lograr los objetivos deseados y optimizar las relaciones con los demás, algo tan esencial, en la profesión del Productor de Seguros.
El PNL es modelo teórico que permite entender como los seres humanos almacenan en su memoria la información del pasado y a partir de ella desarrollan una conducta propia. De acuerdo con sus postulados, cualquier persona tiene capacidad de cambiar los hábitos o paradigmas que le dificultan obtener logros tanto en el ámbito afectivo como en el profesional. La herramienta principal es la comunicación, en especial el tono de voz, énfasis, los gestos y, no menos importante, la palabra.
La aplicación de la PNL significa cambiar sin dolor, ver la vida de manera distinta, ignorar nuestras presuposiciones mentales en las creemos que los demás pretenden perjudicarnos con sus acciones.
Lo resaltante de sus planteamientos, es que puedes producir una nueva conducta a partir de una interpretación diferente de los hechos y de las emociones.
Todos, vivimos diariamente problemas de comunicación, miedos, o fobias basados en la realidad venezolana, conflictos interpersonales entre parejas y laborales e intrapersonales, baja autoestima, discusiones familiares, escasa motivación y tristezas por perdidas.
Algo que el venezolano de estos tiempos debería cambiar es la agresividad que nace por creerse dueño de la verdad, por desconocer al otro, si me permito ver a mis semejantes sin juzgar o confrontarlos, mejoraremos como sociedad.

El Respeto.


Todos hablamos de tolerancia y respeto, queremos sentirnos personas cultas y educadas, que no reaccionamos con violencia ni groserías cuando alguien piensa o actúa de manera distinta a nosotros.
Pero, ¿Cómo reaccionamos cuando alguien nos afecta a nosotros directamente?, ¿Dónde quedan la tolerancia y el respeto cuando el carro de adelante no arranca inmediatamente después de que ha cambiado el semáforo? ¿o cuando nuestra hija decide salir con alguien que no nos gusta?. El respeto de que tanto se habla funciona, siempre y cuando no se metan directamente con nuestros intereses. Es una especie de pacto:
si tú no te metes conmigo, yo no me meto contigo.
El respeto implica entendimiento, comprensión, tolerancia, y aceptación.
Podemos fortalecer el respeto…..
Aprendiendo a escuchar. Miremos con respeto a todas las personas con las que hablamos; detengámonos unos segundos para tratar de entenderlas; mirémoslas a los ojos y tratemos de descubrir lo que realmente, nos plantean.
Tomando la decisión de aprender. El que cree que ya lo sabe todo, está estancando. El mundo continuamente y nosotros con él, y cada persona o situación que se presenta en nuestra vida son oportunidades para aprender y crecer.
Colocándote en los zapatos del otro. Nadie hace cosas por fastidiar al otro; tú sabes la situación difícil que otros pueden estar viviendo. De vez en cuando es necesario que trates de pensar y sentir como lo está haciendo la otra persona; es decir, desde su punto de vista.
No siendo intransigente. Que alguien tenga un defecto, que diga o haga cosas improcedentes no lo condena como persona; siempre podemos recapacitar o cambiar nuestra actitud o comportamiento, Por lo tanto, no rechaces, discrimines, o maltrates a otros por que no hacen lo que tu deseas o esperas, ten más paciencia y comprensión.
Nadie es más ni menos que tú. Solo somos diferentes en lo personal. Llegamos a este mundo con limitaciones y condiciones más o menos difíciles para superar, resolver y de las cuales aprender, en eso radica todo. Acepta a los demás con sus defectos y cualidades sin juzgarlos con ligereza.

No importa tanto “El Como” sino “El Atender”


Un dicho reza que “todos los caminos conducen a Roma”; otro, expresa que “cada quien mata piojos y pulgas a su manera”; también expresa uno que “cada quien hace de su vida un saco y se mete en el” y, otro más que, cada pulpero alaba su queso”

La venta de seguros depende de muchísimos factores que se conjugan en dos polos que se unen: vendedor y cliente, teniendo por su puesto en el centro como eje, la póliza y el servicio.

Hay tangibles que contribuyen a una venta exitosa, como: el número de visitas a los clientes, el total de horas trabajadas, las llamadas a los clientes y prospectos y el número de visitas para la entrega de una póliza nueva o una renovación.

Cualquier otro ejemplo que pudiéramos señalar, se resume en atención al cliente. Y, por supuesto, influirá la personalidad y carácter del agente que se traducirá en situaciones especiales como, por ejemplo, felicitar al cliente por su cumpleaños, llevarle una agenda en diciembre o cualquier otro gesto de acercamiento y amistad.

Lo que verdaderamente importa al vender, es el modo en que manifiesta el Agente su preocupación por el cliente, mediante su actuación y sus palabras.

El Productor de Seguros y su Preparación


Una de las más grandes motivaciones que tiene el Productor de Seguros está centrada en las comisiones y demás ingresos económicos percibidos como respuesta inmediata al cierre de una negociación. Sin embargo, esto no debe constituirse en el principal y único estimulo que motorice su labor profesional.
La función social que cumple el Productor de Seguros es incuestionable, la cual parte de la premisa de la vocación de servicio. El gran universo de sus Asegurados, “pone en sus manos” la seguridad de la familia, el hogar, negocios, etc., por intermedio de los diferentes riesgos amparados por las pólizas suscritas.
Aparte de su vocación de servicio, para que el Productor de Seguros pueda experimentar el éxito y de esta manera garantizar su futuro en la Carrera, hay un aspecto que no debe descuidar: Su Capacitación.
En el fascinante mundo de las ventas, capacitarse es, entre otras cosas:
  • Internalizar el valor del servicio, los beneficios que se derivan de los productos ofrecidos.
  • Entender a fondo la dignidad que encierra la Profesión, sus aspectos legales, su proyección.
  • Mantenerse actualizado en torno a los cambios que se producen en los diferentes tipos de seguros, así como, de las nuevas formas de contratación que satisfarán las necesidades de sus clientes.
  • Saber de la empresa para la cual intermediamos: su calidad, solidez, su fuerza comercial.
  • Conocer la realidad económica y social del país, para de ésta forma poder asesorar adecuadamente a sus clientes y candidatos.
  • Tener un conocimiento cabal de los mercados actuales y potenciales y de la competencia.
  • “Descubrir” el mundo de la persona a quien le vendemos: sus inquietudes, necesidades y posibilidades.
  • Conocer cómo se vende, analizando las nuevas tendencias que se produzcan.
En fin, para que el Productor de Seguros pueda estar de frente a “La Puerta del Éxito”, debe concientizar su realidad:
Brindar Protección: hacerse solidario con las personas y sus familiares que requieren de un mañana tranquilo, lo cual se alcanza mediante la contratación de un seguro.
Capacitarse: para ser dignos representantes de nuestros clientes, de la empresa para la cual intermediamos, de ejercer éticamente la profesión y de fomentar el prestigio de la empresa aseguradora.