lunes, 27 de febrero de 2012

El Valor del Silencio.



No olvides que las palabras que te callas hacen una impresión más profunda que las palabras que hablas.

Hay ocasiones en que el hablar es plata y el silencio es oro. Cuando estas airado, displicente o abatido, mientras menos digas, mejor.

Un pensamiento en silencio es mejor que un pensamiento negativo puesto en palabras. Si te sientes desalentado es mejor no decir nada sobre ello y trata mejor de buscar ánimo y valor de la fuente espiritual en ti. Si tienes miedo, no des voz a tu emoción, sino trata de avivar el valor que hay en ti, para recibir fuerza espiritual.

Si te sientes frustrado en tus emociones, no des rienda suelta a tu emoción, medita hasta que la serenidad vuelva a tu mente y puedas hablar tranquilo y provechosamente con respecto a la situación. Piensa tres veces y reflexiona seis, antes de dar una opinión sobre la que no estas totalmente convencido.

En momentos de tensión y desacuerdo con otros, refrena tu lengua, no apresures tus palabras. Medita en silencio por un instante y estarás en mejor posición para decir lo que es propio.

No necesariamente, el que calla, otorga.

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